Una exiliada en Bogotá

Películas en versión original y con subtítulos, cigarrillos por unidad, taxis a un euro, piropos de toda clase por la calle, buses con música, miseria y riqueza infinita, hambre, jugos naturales...sólo unas cuantas situaciones que se presentan en este país que me vió partir...y ahora me acoge, falta saber por cuanto tiempo. Aún sigo paseándome por estas calles capitalinas como una persona (mujer), que vive exiliada desde hace muchos inviernos, primaveras, veranos y otoños en tierras germanas...y entonces me pregunto: "será que hay algo más opuesto a esto que nuestra Alemania del alma?"

Este es en realidad un desquite a lo que se nos viene encima

BANDEJA PAISA (ANTIOQUIA)

INGREDIENTES
3 tazas de Fríjoles rojos

2 cucharadas de aceite

2 libras de carne molida

1 taza de hogao

2 libras de tocino

6 huevos

patacones

arepas

sal al gusto



PREPARACIÓN
Se ponen los fríjoles en remojo desde la noche anterior, en una olla grande con abundante agua. Se cocinan en el mismo agua del remojo, con la mitad del aceite. Cuando estén a medio cocinar, se les agrega la sal. Mientras tanto, se sofríe la carne molida en el aceite restante, se le agrega la mitad del hogao y se revuelve. Se corta el tocino en trozos y se fríe para hacer los chicharrones. Cuando los fríjoles estén blandos, se añade el hogao restante y se cocina por 5 ó 10 minutos más. Se sirve en bandeja con arroz, aguacate, patacones y arepa. Da para 6 personas

Step 1 para una muestra de voluntad

Ensalada Primaveral
Ingredientes:
- 1 taza de arvejas cocidas
- 1 taza de zanahorias crudas cortadas en tiritas
- 1 taza de queso Gruyere cortado en cuadritos
- ½ taza de salsa a la francesa
- 1 cucharadita de azúcar
- ½ cucharadita de sal
- 1 cucharadita de cebolla rallada
Ingredientes salsa:
- ½ taza de aceite de olivas
- ¼ taza de vinagre
- 1/8 cucharadita de páprika
- 1 cucharadita de azúcar
- ½ cucharadita de sal



Preparación salsa:
Se mezclan todos los ingredientes y se bate con un batidor de huevos o una batidora eléctrica hasta que quede bien ligada.


Preparación:
Se mezclan las verduras con el queso. Aparte se mezcla la salsa con el azúcar, sal y cebolla rallada; esta preparación se vierte sobre las verduras y se mete a la nevera a enfriar. Se sirve entre hojas de lechuga.

Cuento para Sábado

(Foto tomada por Angeldreams)

PARA LOS DÍAS DE JUEGO

A Pedro

Yo no sabía por qué había pintado con tanto esmero esa tarjeta. Muchos colores habían sido saboreados por ese pedacito de cartulina, que blanca, se fue llenando poco a poco de rojos, azules, amarillos y sus infinitas combinaciones, sin dejar un espacio vacío de su original color. No tardé mucho en pintarla como tardé en pensarla y repensarla varios días antes de su cumpleaños.

Cumpliría entonces 28 años y yo esperaba que con el regalo la disfrutara como un niño.

Llegó el jueves y la tarjeta estaba lista, en realidad lo había estado una semana antes y orgullosamente había sido mostrada a muchas personas. Algunas sonreían al verla, otras se espantaban porque no entendían del todo el profundo significado que ella tenía. La había visto tanta gente que tal vez se cansó de que varios pares de ojos la observaran.

Cuando por fin llegó el momento de entregarla, mi corazón latía muy muy rápido. Tenía nervios y ansiedad de entregarla, pues dejaría de ser mía.

Ahí estábamos en el corredor de su casa. El regalo bien envuelto y la tarjeta pegada, casi se camuflaba con el empaque. Parecía una invitación al circo.

Justo cuando fui a entregar todo el regalo, puse mi mano sobre ella; la estaba tapando, pues quería esconderla. El paquete llegó a sus manos y con el sólo movimiento de ellas supo inmediatamente qué era:

-Es un Frisbee-dijo sonriendo. Me abrazó tan fuerte y me dijo que me quería mucho. No sé qué me tenía más inquieta, si su confesión o el posible descubrimiento de mi tarjeta, bueno, de su tarjeta.

Entramos a su cuarto como dos niños con regalo nuevo. Sin mirar la tarjeta, él rompió el papel de regalo, y no se dio cuenta de su existencia.

Estaba feliz por su nuevo frisbee; lo tomó entre sus manos, mientras el papel de regalo, roto ya, y con la tarjeta de colores algo arrugada, caían lentamente al piso.

Yo, sentada, desde su cama, veía la tristeza de la tarjeta, que callada se alejaba de los días anteriores que con impaciencia había esperado ser entregada.

Cuando terminó de admirar su verde frisbee, cayó en cuenta del papel roto en el suelo. Terminó por recogerlo, hacerlo una bolita y tirarlo a la caneca.

Allá estaba la tarjeta, sola y sin vida en una monstruosa caneca. Me dio mucha tristeza, tanta que no fui capaz de rescatarla. Yo sólo quería que él la viera y sonriera, porque el frisbee no era frisbee sin ella, ni la tarjeta sin el frisbee. Era tan sencillo...

Ya pasaron dos días. Quien sabe qué pasó con la tarjeta. Hoy recuerdo sus colores y sus letras. Recuerdo que en su interior decía:

Para: Los días

De: Juego

Exilios, cafés y perros calientes

Hola mis chicas,
les agradezco mucho esa visita de ayer, de verdad que fue una velada muy agradable,
para nuestra exiliada en las Tagotas mucha suerte el lunes, que eres una dura, así que no te dejes amedrentar con los tests ni con la concurrencia. Eso es ponerle energía positiva y una que otra lamboneada con algo de Vitamin B.
Me alegra mucho que este rinconcito lleno de arequipes, chocolates y otras cosas ricas para el alma y algo malas para la figura nos llenen de alegría en este gris permanente.
Todo tiene un lado claro y oscuro, unas lejos queriendo estar cerca y otras viceversa.
Ola y dónde andan, el Secretario anda un poco bajo de espíritu el día de hoy, y con una sola bruja no creo que le alcance.

Besos,

Jirafa

Verde tenemos, cruz en los dedos, nutridos esperamos...

Hola..!

Gracias, María Paula "del Amor", por la invitación.
Espero que este sea un sitio para compartir ideas y pensamientos...fuera de lo común, referentes a nuestra vida como Primeaninos, claro ;)

Un saludo al resto del equipo!

Foncho

El Portón

Bueno gracias por la invitación y por vuestra confianza jaja, espero les guste este pequenio cuento que redacté hace un par de lunas. A ver si les agrada, Daniel


El Portón

Luego de algunos anhos de ausencia se asomó una cara arrugada conocida por el palacio. Era Soto, el antiguo chofer, gasfitero, limpiador de patios, podador de palmeras; una persona destacada por sus cualidades laborales multifuncionales, torpe y borracho, pero alegre, bonachón, impulsivo y de gran corazón con los ninhos.
Tocó el timbre y Adrián abrió el portón. Apreció una camioneta combi con la que José Alejandro Soto se ganaba la vida haciendo movilidad escolar. Imagen, que inmediatamente fue cubierta por la envergadura corporal del ex-empleado de la casa con un gesto emotivo y efusivo hacia el hijo del patrón, de quererle dar un abrazo que sabía que no podía dar.

- ¿Adriancito, cómo está? ¿se acuerda de mi?, preguntó con una gran sonrisa.
- Por supuesto Soto, ¿cómo me podría olvidar de ti?, contestó con la misma sonrisa.
- ¿Está tu papi?, indagó con cierto aire de ansia y de necesidad.

Seguramente venía a pedirle una ayuda económica al patrón, más que a decir hola. Pero los tiempos habían cambiado y la terraza antes roja y brillosa que antecedía al portón de la casa, donde Soto se mantenía en pie, lucía opaca por la falta de un encargado de lustrarla y por su rostro ensombrecido frente a la respuesta previsible de Adrián.

- No Soto, el senhor no se encuentra. Salió de viaje y vuelve recién la semana entrante.

Mentía, como tantos domigos en la manhana cuando alguien tocaba el timbre para pedir dinero a los inquilinos del palacio, quienes no se habían congelado en los buenos tiempos del dóllar MUC, sino que habían sufrido todos los estragos económicos al igual que la clase media de Lima, gracias a los desaciertos de militares y civiles. Por supuesto esto todo el mundo lo “desconocía”.

- La próxima vez no le vayas a abrir la puerta a ese cholo de mierda, replicaba comúnmente el patrón a su hijo.

No lo decía en un tono discriminante, sino mucho mas de sequía monetaria. También de desconcierto por no estar en condiciones financieras de ayudar, ni de siquiera ayudarse.
Ese pensamiento de angustia económica y en el fondo sí, de menosprecio étnico al personal de servicio lo tendría el joven Adrían siempre muy en cuenta. Sin embargo pese a la amonestación - ingenuo - Adrián mayormente abriría el portón cada domingo. Íntegramente por curiosidad y para darle un vistazo al antiguo personal, para mentirles nuevamente, pero al mismo tiempo para no sentirse tan solo en una mansión de cinco dormitorios, dos salas, un comedor, una oficina, ocho banhos, piscina y un enorme jardín; conjunto habitado por cuatro personas y un perro.
Con la mirada en el suelo y a punto de marcharse los ojos se le iluminaron y preguntó:

- Adriancito, ¿cómo está su abuelito? ¿se le puede saludar?

El ninho de 17 anhos bajó igualmente la mirada y sólo se limitó a responder con una firmeza que aún no tenía.

- Falleció hace anho y medio Soto, suspiró.

Con voz entrecortada José Alejandro sólo alcanzó a decir:

- Lo siento mucho .... Adriancii...

Su voz se quebró y se echó a llorar al tiempo que se subía a su colectivo, armatoste que inicialmente no quiso arrancar y que luego desapareció con la humareda producida por el motor del coche, que igualmente o tanto como él, se caía a pedazos. Así Soto partío sin decir adiós y Adrían resignado, cerró el portón.

Chocolate y exilio

El nombre de este Blog me ha dejado pensando...me ha dejado pensando en la relación chocolate y exilio, o mejor aún, Schokolade y exilio, creo que nos llega más. Ahora que veo el exilio desde otra parte del planeta, veo la importancia tan grande de este producto alimenticio...bueno, por lo menos para mi. Me sacó de tristezas, de soledades, de angustias, de miedos, de inviernos oscuros.
Pero como toda en esta vida tiene forma de moneda, el chocolate también trajo kilos de más y depresiones. Pero mal que bien, esta cara de la moneda se borra un poco, a través de los años en exilio...por lo menos, eso parece ser hasta ahora.

la guerra a la tecnología!

ensayo número uno desde mi ignorancia infinita....pero cambiará, estoy en ello.

oficina=galeria,gallinero,bingo

cococo, gritan las gallinas mientras el andriu nos trata de explicar una de sus teorias sobre las mujeres... cococo y el griterio sube tanto que nos toca cerrar la puerta para ver si el jefe no se entera y no nos echan... cococo quien quiere un esspreso? quien me robo mi regla? vos que decis le escribo o no? y que el jefe esta como una sedita... cococo asi trabajamos todos los dias, o bueno, los dias que trabajamos, porque los otros estamos por ahi tomado caipirinas y comiendo chili con carne o viendo pelis y atragantandonos con papas noel de chocolate, tal vez elrededor de un fondue comiendo dedos de queso o visitando angelitos enfermos en clinicas con enfermeras sinpolvadas.
cococo esta es la vida de nuestra oficina, de seis en seis nos turnamos el alborozo que a veces no es tanto y nos aburrimos entre 271=amortiguacion 2 2 y 340=carroceria 2 2 (porque muy pocos periodistas se atreven a un 6 -2).
si senores cococo porque no nos queda de otra nosotros exiliados y unos que no, mas que ganarnos la vida honradamente con un trabajo que apesta pero que es mejor que limpiarle el mugre a otro o vender tabaco en fiestas a media noche. cococo porque nos encontramos amigos de oficina y nos hacemos al vida mas amable, mas tranquila e incluso mucho más feliz. cococo amigos exiliados, sigamos cococo.

qué quiere una mujer?

Aun no he perdido la esperanza de encontrar la respuesta a la pregunta fundamental: qué es lo que quiere una mujer? Y encontrarme en este blog con las chicas quizá pueda ayudarme a descubrir huellas que me guíen en ese camino. Sí, ya sé, el cerebro de la mujer es el misterio más grande de la naturaleza. Y ustedes mismas no se entienden a sí mismas... Ya lo sé. Lo que las impulsa a sentir algo un día y, al día siguiente, sentir lo completamente contrario, es algo que tampoco ustedes (ni nadie) entienden. Pero bueno, aquí estoy, esperando día y noche que mi "amor platónico" me escriba, se reporte, dé noticias de su existencia y así me dé avisos de que piensa en mí por lo menos un par de minutos al día. Hace un par de semanas ella quería conocerme y me confesó lo que yo le movía. Ahora, soy un cronopio, mejor dicho, un ser que no existe pero actúa en algun lugar de la imaginación. Yo estaba esperanzado en que esto discurriría de otra manera y el "amor platónico" dejaría de ser lentamente una mera ilusión, una fantasía, para ir tomando cuerpo y convertirse en un amorcito adulto, de carne y hueso, autónomo y real. Pero como parece que el ánimo de una mujer puede depender del más leve movimiento de la luna o de alguna estrella de una constelación remota, me toca dejarme abandonarme al destino...

Para el Divino Exilio

Por lo general a las cuatro de la tarde ya se escuchan las voces de zapatos que corren pidiendo auxilio; ya para las cinco son las voces las que se toman el sonido de los dedos que deberían ir escribiendo números y criterios anímicos; son las seis y no quedan vestigios de las ensaladas, ni de los pides, ni del café; uno frente al otro en ese cuarto de enorme corazón, rayando las siete historias más maravillosas, intentando siempre lo más difícil y melancólico: del lado de acá atravesar hasta el lado de allá... y entonces llegan los carnavales de la Jirafa con ese tumba´o en las caderas; la falta que nos hace el Pez de la semana y los dedos que cruzamos para que sea más feliz; las historias entre drama y tragedia del ninno consentido y es que él ha dicho que será nuestro secretario; regresan las ocho con ella que huele a sándalo y a sus mares de amigos vé; y esta otra mujercita de risa alegre que apenas anda comenzando; la de sangre azul que nos ha prometido bailarnos un negroide...y yo, a las diez de la noche, acá motivándonos para que este nuevo rinconcito se llene de sonrisas, para que estando en el exilio nos comamos las mejores tortas, para que las voces sean ecos de sorpresas cuando estemos lejos.